Música y gastronomía, un valor añadido

Estamos convencidas de que, al igual que la gastronomía y el turismo viajan de la mano, la música puede ser otra fiel compañera de aventuras.

Música y gastronomía, un valor añadido

El pasado jueves, degustamos varias tapas del Santiago(é)Tapas, antes de irnos al concierto de Supersubmarina, en la Sala Capitol.

Cualquier concierto, festival o evento cultural es la excusa perfecta para visitar una ciudad y saborear su gastronomía.

Nuestro objetivo, en el 2015, será promover la música como motor turístico. La gastronomía y el turismo pueden ser grandes valores añadidos en los festivales. Creemos que es posible y muchos como el PortAmérica, o el Sonorama Ribera, lo están intentando.

Santiago(é)Tapas & Supersubmarina

Dado que la «veda» se abría a las 20h, y el concierto era a las 21:30, tampoco pudimos realizar un gran recorrido por los bares compostelanos. No obstante, valió la pena 😀

Además, el sábado ya habíamos tapeado duramente jaja. En buena compañía, con Hunger Culture.

‘Saquiño crêpe de verduriñas e marisco’, en el Restaurante Central; ‘Taquiño de salmón mariñado co noso queixo de Ulloa’, en el Bodegón de Xulio; ‘Tosta de cecina con queixo Arzúa’ (acompañada de un ribeiro), en el Bar Coruña; y para finalizar (el collage), ‘Confeitado de bacallau con grelo agridoce’, en Los Caracoles.

Este pastel de patata con huevo y crocante de jamón serrano era la bomba. Literalmente. Su sabor buenísimo, pero con solo esta tapa ya cenabas. ¿Dónde? En el bar Negreira ‘O patata’.

Ahora vamos a centrarnos en el pasado jueves. El día del concierto de Supersubmarina en la Sala Capitol.

A las ocho de la tarde nos acercamos al Piorno para degustar su tapa.

Y del Piorno nos fuimos a la Calderería. Cafetería en la que la redactora musical Nour Al-Hussen Villa se sumó al equipo molón.

Tras llegar el estómago decidimos movernos un poco, ¡al ritmo de Supersubmarina!

El concierto empezó con unos minutos de retraso, pero nada fuera de lo común. Ya sabéis, los grupos… jeje.

Sin embargo, en cuanto Jose Chino, Juanca, Pope y Jaime se subieron al escenario el público entró en modo felicidad. La conexión entre la banda y los fans se palpó durante todo el concierto. Los pequeños detalles, como coger el móvil de una chica, para sacarse un selfie (con toda la multitud de fondo), son los que hacen grande a una banda. La interacción con la gente fue la tónica habitual a lo largo de la noche.

Se podría sintetizar el concierto de la siguiente manera: arena, sal, buena música, buen rollo y felicidad 😉

Este tipo de publicaciones, y otras que fusionen el turismo con la música, continuarán viajando con las galletas molonas.

La música, el turismo y la gastronomía serán grandes compañeros de viaje 🙂

#BeHappyMyCookies 😀

NOTA: las fotografías de la actuación con la que nos deleitaron los Supersubmarina fueron realizadas por la redactora musical Nour Al-Hussen Villa.